A la hora de implantar un Sistema de Gestión Ambiental en una organización según la norma ISO 14001:2015, es importante tener claro que los indicadores ambientales son esenciales para transformar la gestión ambiental en resultados reales y sostenibles y asegurar la mejora del desempeño ambiental y la sostenibilidad en vuestra empresa.
La norma ISO 14001 requiere hacer un seguimiento del desempeño ambiental de la organización pero… ¿qué significa esto? Pues muy sencillo… debemos tener una “hoja de ruta” clara que permita evaluar el progreso en materia de desempeño ambiental, identificando áreas de mejora y, sobre todo, evitando sorpresas o desviaciones en los objetivos ambientales.
Los indicadores ambientales son métricas específicas que nos van a permitir hacer un seguimiento de la evolución de nuestros aspectos ambientales y de nuestros objetivos. Aunque esto a veces puede resultar complicado, es crucial que los indicadores ambientales que definamos se adapten a las particularidades de las actividades que desarrolla la empresa y a su capacidad operativa. Algunos ejemplos útiles pueden ser el consumo de energía por unidad de producción o la cantidad de residuos reciclados. ¿Cómo podemos hacerlo? A continuación, te damos algunas pistas:
1. Tenemos que empezar identificando claramente los aspectos ambientales. Debemos asegurarnos de que hemos definido indicadores ambientales que sean fiel reflejo del comportamiento ambiental de, como mínimo, todos los aspectos ambientales significativos.
2. Establece metas alcanzables: A veces, las pequeñas empresas caen en el error de plantear objetivos muy ambiciosos, lo que genera frustración. Es clave que los indicadores ambientales sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.
3. Automatiza y simplifica: Si bien muchas grandes empresas cuentan con software especializado, una PYME puede optar por herramientas más sencillas, como hojas de cálculo adaptadas a sus necesidades. Lo importante es la constancia y la facilidad de uso.
4. Revísalos periódicamente: La norma ISO14001 sugiere una revisión regular del desempeño ambiental. Esto permite ajustar los indicadores ambientales en función de la evolución de la empresa y de cambios en sus procesos o normativas.
Los indicadores ambientales deben ser una herramienta, no una carga adicional. Si logramos implementarlos de forma estratégica y progresiva, conseguiremos un sistema de gestión ambiental que no solo sea sostenible, sino también rentable.